Por: Don Comis.
7 de agosto 2009.
La primera evaluación del impacto de algunas prácticas agrícolas alternativas—basada en los cambios en los microbios del suelo—en las praderas ha sido realizada por una científica del Servicio de Investigación Agrícola (SIA).
La microbióloga del suelo Veronica Acosta-Martínez también realizó un análisis similar–el primero de su tipo–para los terrenos inscritos en el Programa de Reservas para la Conservación (CRP por sus siglas en inglés). Los cambios en los microbios del suelo pueden proveer una temprana indicación del impacto de una práctica agrícola alternativa en la calidad del suelo, la cual es un factor importante en la productividad de las plantas.
Acosta-Martínez, quien trabaja en la Unidad de Erosión Eólica y Conservación del Agua, ha visto
cambios en comunidades microbianas dentro de unos pocos años al comienzo de los cambios en el uso del terreno o en los sistemas de labranza, mientras que los cambios en otras propiedades del suelo pueden tardar 10 años o más.
Desde el año 2006, Acosta-Martínez y Ted Zobeck, quien es edafólogo, han colectado muestras del suelo de muchas granjas. La alianza es parte de un estudio amplio en la región de Acuíferos sobre el impacto de las prácticas agrícolas en la conservación de suelo y agua.
La alianza es una asociación de granjeros, rancheros, el sector agrícola, el Distrito Número 1 de Conservación del Agua Subterránea.
La alianza estudia 3.954 acres de campos agrícolas así como las praderas inscritas en CRP.
Los microbios—bacterias, hongos y protozoos—producen enzimas que hacen funcionar los ciclos importantes de carbono, nitrógeno, fósforo y azufre en el suelo y ayudan a formar materia orgánica.
Acosta-Martínez descubrió que el CRP, los pastos y las rotaciones de cultivos estimularon un aumento en la diversidad y actividad microbiana. Estos cambios son precursores a aumentos finales en el contenido total de carbono del suelo.
Fuente: Servicio de investigación Agrícola. SIA. del USDA
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