Amante de la sal: Una planta de pasto varilla tolerante a la sal (derecha) se mantiene saludable en el suelo de alta salinidad, a diferencia de su homólogo convencional (izquierda). Fuente: Ceres
La semana pasada, Ceres, una empresa biotecnológica con sede en Thousand Oaks, California, anunció que había desarrollado un rasgo que permite a varios cultivos comunes crecer bajo condiciones de alta salinidad, incluso en agua de mar. Los investigadores de Ceres han probado el rasgo en Arabidopsis thaliana, arroz y pasto varilla, una planta perenne y resistente que se utiliza como materia prima para la producción de etanol y otros biocombustibles. "El hecho de que hemos visto este mismo alto nivel de tolerancia a la sal en tres especies de plantas diferentes nos otorga un alto grado de confianza en que este rasgo se podrá reproducir en otras hierbas energéticas", señala Richard Hamilton, director general de Ceres.
La capacidad de producir cultivos energéticos, como el pasto varilla, en tierras marginales significa que no se tendría que competir por las mejores tierras de cultivo. "La gran ventaja es que podríamos utilizar tierras no aptas para el cultivo de alimentos", afirma C. Field, director del departamento de ecología global en la Institución Carnegie de Washington con sede en Stanford, California. Sin embargo, él advierte que todavía podría haber competencia por el agua, dependiendo de donde se produzcan los cultivos. "Depende de si la tierra o el agua es el recurso limitante", concluye.
De hecho, la irrigación es la culpable de convertir la mayor parte de las tierras cultivadas del mundo en barbecho. Cuando un campo se riega, el agua se evapora y las sales se quedan en el suelo. Durante décadas, las sales se acumulan y degradan la calidad del suelo. "No es sólo que la salinidad sea alta en este momento, sino que además está empeorando", señala M. Tester, fisiólogo de plantas del Centro Australiano para la Genómica Funcional de Plantas de la Universidad de Adelaida y director de la Instalación Australiana para la Fenómica de las Plantas. "Es inevitable, y se ve agravado por el hecho que los suministros de agua del mundo se encuentras bajo una creciente presión. La salinidad de estos sistemas está siendo acelerada por la disminución de la calidad del agua".
Ceres no ha revelado cuál es el gen o el mecanismo usado para transmitir la tolerancia salina, puesto que está solicitando la protección de la propiedad intelectual del descubrimiento. No obstante, las plantas que crecen en condiciones de alta salinidad en general lo hacen a través de uno de estos tres mecanismos diferentes: forman una barrera para impedir la entrada de sal, bombean activamente la sal que entra hacia afuera, o almacenan la sal en las vacuolas para aislarla e impedir que dañe las células vegetales.
El siguiente paso de Ceres es probar las plantas en el campo. "Hasta el momento, no hemos observado ningún aumento de las necesidades de agua para la cosecha", indica Hamilton. "Sin embargo, antes de implementarlo a gran escala, queremos hacer algunas pruebas más".
Fuente: Technology review.
Una compañía está desarrollando cultivos tolerantes a suelos salinos.
Por Corinna Wu.
Por Corinna Wu.
08 de julio, 2010.
En todo el mundo, restan abandonados unos mil millones de acres de tierra agrícola. En los Estados Unidos, 15 millones de acres de tierras de cultivo corresponden a esta categoría. Décadas de irrigación repetida y el deterioro de la calidad del agua han convertido gran parte de este suelo anteriormente productivo en demasiado salado para acoger el crecimiento de plantas. Entre las estrategias para poner de nuevo en uso esta tierra está el desarrollo de cultivos que puedan tolerar los suelos de alta salinidad.La semana pasada, Ceres, una empresa biotecnológica con sede en Thousand Oaks, California, anunció que había desarrollado un rasgo que permite a varios cultivos comunes crecer bajo condiciones de alta salinidad, incluso en agua de mar. Los investigadores de Ceres han probado el rasgo en Arabidopsis thaliana, arroz y pasto varilla, una planta perenne y resistente que se utiliza como materia prima para la producción de etanol y otros biocombustibles. "El hecho de que hemos visto este mismo alto nivel de tolerancia a la sal en tres especies de plantas diferentes nos otorga un alto grado de confianza en que este rasgo se podrá reproducir en otras hierbas energéticas", señala Richard Hamilton, director general de Ceres.
La capacidad de producir cultivos energéticos, como el pasto varilla, en tierras marginales significa que no se tendría que competir por las mejores tierras de cultivo. "La gran ventaja es que podríamos utilizar tierras no aptas para el cultivo de alimentos", afirma C. Field, director del departamento de ecología global en la Institución Carnegie de Washington con sede en Stanford, California. Sin embargo, él advierte que todavía podría haber competencia por el agua, dependiendo de donde se produzcan los cultivos. "Depende de si la tierra o el agua es el recurso limitante", concluye.
De hecho, la irrigación es la culpable de convertir la mayor parte de las tierras cultivadas del mundo en barbecho. Cuando un campo se riega, el agua se evapora y las sales se quedan en el suelo. Durante décadas, las sales se acumulan y degradan la calidad del suelo. "No es sólo que la salinidad sea alta en este momento, sino que además está empeorando", señala M. Tester, fisiólogo de plantas del Centro Australiano para la Genómica Funcional de Plantas de la Universidad de Adelaida y director de la Instalación Australiana para la Fenómica de las Plantas. "Es inevitable, y se ve agravado por el hecho que los suministros de agua del mundo se encuentras bajo una creciente presión. La salinidad de estos sistemas está siendo acelerada por la disminución de la calidad del agua".
Ceres no ha revelado cuál es el gen o el mecanismo usado para transmitir la tolerancia salina, puesto que está solicitando la protección de la propiedad intelectual del descubrimiento. No obstante, las plantas que crecen en condiciones de alta salinidad en general lo hacen a través de uno de estos tres mecanismos diferentes: forman una barrera para impedir la entrada de sal, bombean activamente la sal que entra hacia afuera, o almacenan la sal en las vacuolas para aislarla e impedir que dañe las células vegetales.
El siguiente paso de Ceres es probar las plantas en el campo. "Hasta el momento, no hemos observado ningún aumento de las necesidades de agua para la cosecha", indica Hamilton. "Sin embargo, antes de implementarlo a gran escala, queremos hacer algunas pruebas más".
Fuente: Technology review.
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