7 de junio 2006.
Es una unión con beneficio mutuo: Los árboles de cacao—la fuente natural de chocolate—les ofrecen a ciertos hongos un hogar para vivir y socializar. Por su parte, los ocupantes minúsculos están listos para proteger la planta contra un ataque microbiano.
El micólogo Gary Samuels examina algunas especies endofíticas de Trichoderma por un microscopio. Se pueden ver las especies en la pantalla en el último plano.
Estos son los hallazgos de los científicos del Servicio de Investigación Agrícola (SIA) y sus colegas, quienes están buscando maneras para proteger la planta Theobroma cacao, conocido como cacao, contra los patógenos destructores que pueden dañar los granos del cacao de la planta.
En Latinoamérica, donde como cerca de un tercio del chocolate del mundo origina, las dos pestes más persistentes contra el cacao son la escoba de bruja y la monilia. Ahora mismo, los fungicidas químicos son la mejor defensa para los granjeros contra las enfermedades.
Se ha considerado una alternativa natural. Ellos han descubierto que ciertos hongos endófitos, los cuales se instalan en las plantas, son compañeros ideales de habitación capaces de mantener a raya los microbios que causan las enfermedades.
Los endófitos son hongos o bacterias que viven entre los rincones de las plantas y los árboles vivos, pero no causan ningún daño aparente a sus huéspedes (endófitos NO patógenos). Estos microorganismos viven donde quieren: en las hojas y en los tallos y troncos de los árboles.
G. Samuels, un micólogo, es parte de un grupo de expertos quienes están viajando por el mundo en búsqueda de nuevos endófitos prometedores. Él nombró y describió a: Trichoderma ovalisporum. Los colegas de Samuel, incluyendo Harry Evans, encontró el hongo viviendo dentro de una vid leñosa tropical en Ecuador.
Estudios de laboratorio y de campo muestran que este endófito es eficaz en combatir el patógeno de monilia. Se sigue comprobando su valor, las esporas de T. ovalisporum algún día podrían ser aplicadas a las flores del árbol de cacao para ayudar a proteger la planta—y sus granos preciosos—contra un ataque de hongos.
Fuente: Servicio de Investigación Agrícola. SIA.
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