El Outback—las zonas interiores y desérticas de Australia—es conocido por sus espacios salvajes y abiertos, el aire limpio, y los cielos nocturnos increíblemente despejados. Muchos aventureros viajan a estas tierras remotas del continente para disfrutar de la tranquilidad del desierto.
En una evaluación del paisaje australiano, el entomólogo Gary Taylor (izquierda, de la Universidad de Adelaide, Australia) y el entomólogo Greg Wheeler del SIA buscan insectos apropiados para utilización como agentes de control biológico. Estos insectos son probados para determinar si pueden ser soltados para ayudar a controlar el pino australiano invasor.
Pero el Outback fue más que una aventura para el entomólogo G. Wheeler del Servicio de Investigación Agrícola (SIA). Exploraron el desierto y las costas australianas para buscar agentes de control biológico contra especies de la planta invasora Casuarina, conocida comúnmente como el pino australiano.
El entomólogo Greg Wheeler examina un pino australiano en los Everglades en la parte sudeste de la Florida.
En realidad no es un árbol de la especie pino. Es una maleza extremadamente problemática que está invadiendo las áreas costeras. El pino australiano es conocido por su crecimiento rápido y acumulación densa, e impide el crecimiento de plantas nativas. Además, el pino australiano puede tolerar bien la sal, una ventaja que permite su crecimiento en las dunas costeras, aumentando la erosión de la playa e impidiendo la nidificación de los cocodrilos y las tortugas marinas en peligro de extinción.
El pino australiano fue traído temprano en el siglo XX como un árbol ornamental de sombra. Pero algo salió terriblemente mal.
El pino australiano invasor, Casuarina equisetifolia. Foto cortesía de Forest y Kim Starr, Bugwood.org
"Aunque la planta Casuarina tiene algunas buenas cualidades, sus aspectos negativos superan con creces esas buenas cualidades", dice Wheeler.
Las tres especies de pino australiano que han causado problemas son C. equisetifolia, C. glauca, y C. cunninghamiana.
En los últimos años, los miembros australianos del grupo de investigación—M. Purcell, el director del Laboratorio Australiano de Control Biológico (ABCL por sus siglas en inglés); el investigador Bradley Brown con el ABCL; y Gary Taylor —viajaron cinco veces por todas partes de Australia. Ellos fueron reunidos en una expedición en mayo del 2007 por Ted Center, líder de investigaciones del IPRL. En total, las expediciones recorrieron más de 5.000 millas en Australia norteña, incluyendo mucho del Territorio del Norte y los estados de Queensland, Nueva Gales del Sur, y Australia Occidental.
Purcell, Brown, Taylor y J. Gaskin, son miembros del equipo de investigaciones sobre Casuarina. Wheeler dirigió el proyecto, coordinando las finanzas, la colección de potenciales agentes de control biológico, y las pruebas del ADN de plantas.
De una colección de aproximadamente 300 avispas, gorgojos, gusanos perforadores del tallo, chupadores de savia, comedores de semillas y otros, los científicos han identificado como potenciales agentes de control biológico aproximadamente una docena de candidatos que atacan no sólo C. equisetifolia, sino también C. glauca y C. cunninghamiana. Uno de los objetos principales de las colecciones ha sido el descubrimiento de insectos que se alimentan en las semillas, flores o frutas y de este modo terminan la reproducción sin dañar los árboles maduros.
"Muchas personas disfrutan de la sombra provista por estos árboles", dice Center, "pero no están contentas cuando los árboles invaden las áreas naturales".
Entre los agentes de control biológico con el potencial más grande son el comedor de semillas Bootanelleus orientalis, el cual ataca solamente el pino australiano, y la polilla desfoliadora Zauclophora pelodes. Hay otros que no han sido clasificados, y algunos no conocidos previamente. La mayoría de las identificaciones fueron realizadas por taxonomistas en varias instituciones participantes.
Estos insectos todavía están siendo probados por Purcell y colegas en Australia para determinar su idoneidad como agentes de control biológico.
"Estamos contentos con los resultados hasta ahora y esperamos buenas noticias cuando más clasificaciones se terminen", dice Wheeler.
Fuente: Servicio de Investigación Agrícola. SIA.
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