Por:
Ann Perry.
24 de septiembre de 2012.
24 de septiembre de 2012.
Prevenir la acumulación del cobre en el suelo ahora es más fácil como resultado de estudios por científicos del Servicio de Investigación Agrícola
(SIA). Estos estudios podrían ayudar a los agricultores a desarrollar estrategias de largo plazo para el
manejo del riego y la protección de los cultivos contra los niveles
potencialmente peligrosos de cobre en el suelo.
Los científicos realizaron estudios de laboratorio para evaluar cómo
los niveles de cobre en las aguas residuales usadas para el riego pueden
afectar el crecimiento de los cultivos y las actividades de los
microbios en el suelo.
Los estudios fueron realizados por científicos del suelo Jim Ippolito y David Tarkalson y el microbiólogo Tom Ducey.
Investigadores del SIA han descubierto que el suelo regado con las aguas residuales de los baños a base de sulfato de cobre usados para prevenir infecciones del pie en las vacas lecheras podría acumular niveles problemáticos de cobre. |
Los baños de pie que contienen el sulfato de cobre se usan para
prevenir infecciones de pie en el ganado lechero, y a menudo las aguas
residuales de estos baños se reciclan para regar los cultivos de maíz y
alfalfa. Los científicos evaluaron el crecimiento y desarrollo de
alfalfa en suelos que contuvieron diferentes niveles de cobre. Los
niveles del sulfato de cobre hasta 250 partes por millón (ppm) en el
suelo no tuvieron ningún efecto en el crecimiento de la alfalfa, pero el
crecimiento de las plantas paró cuando los niveles del sulfato de cobre
en el suelo sobrepasaron 500 ppm.
El grupo también descubrió que la actividad de los microorganismos
beneficos en el suelo paró cuando los suelos acumularon niveles de
sulfato de cobre de más de 50 ppm. El análisis adicional indicó que los
niveles de más de 63 ppm de cobre disponibles en el suelo causó
concentraciones del cobre en la alfalfa que podrían ser perjudiciales
para los animales pastantes, según las pautas del Consejo Nacional de Investigación.
Ippolito dice que en las condiciones en el mundo real, hay
variaciones en las acumulaciones del cobre en el suelo y su impacto,
dependiendo de una gama de factores. Además, los impactos negativos
podrían pasar por alto hasta de 15 a 75 años después del principio del
uso de las aguas residuales para regar los campos.
Los resultados de esta investigación fueron publicados en 'Journal of Agricultural Science' (Revista de Ciencia Agrícola), 'Soil Science' (Ciencia de Suelo) y 'Journal of Environmental Quality' (Revista de Calidad Ambiental).
Fuente: Servicio de Investigación Agrícola. SIA-USDA.
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