29 de septiembre de 2010.
Los arándanos azules podrían ayudar a combatir la arteriosclerosis, también conocida como el endurecimiento de las arterias, según los resultados de un estudio preliminar realizado por científicos patrocinados por el Servivcio de Investigación Agrícola (SIA). Este estudio provee las primeras pruebas directas de que los arándanos azules pueden ayudar a prevenir aumentos en el tamaño de lesiones perjudiciales, las cuales son un síntoma de la arteriosclerosis, dentro de las arterias.
El Investigador principal Xianli Wu. Los hallazgos son publicados en el número actual de la revista 'Journal of Nutrition' (Revista de Nutrición).
La arteriosclerosis es la causa principal de dos formas de la enfermedad cardiovascular—el ataque cardíaco y la apoplejía. La enfermedad cardiovascular es la causa principal de la muerte en todo el mundo.
El estudio comparó el tamaño de lesiones causadas por la arteriosclerosis en 30 jóvenes ratones de laboratorio. La mitad de los animales se alimentaron por 20 semanas con una dieta que incluyó el polvo liofilizado de los arándanos azules. Los otros ratones no recibieron el polvo de las bayas.
Los investigadores midieron el tamaño de las lesiones en dos sitios en las aortas, las cuales son arterias del corazón. El tamaño de las lesiones en los ratones que consumieron el polvo de arándanos azules era el 39 por ciento y el 58 por ciento menos del tamaño de las lesiones en los ratones que no consumieron el polvo de bayas.
Resultados de estudios previos, realizados en otros sitios, han sugerido que el consumo de los arándanos azules podría ayudar a combatir la enfermedad cardiovascular. Pero no había pruebas directas de ese efecto previamente, según Wu.
La dieta de los ratones contuvo el 1 por ciento del polvo de los arándanos azules–una cantidad que es equivalente a la mitad de una taza de las bayas frescas.
Todos los ratones en la investigación tuvieron una deficiencia en la apoliproteína E. Este rasgo aumenta la propensión de los animales a la formación de las lesiones causadas por la arteriosclerosis, haciéndolos un modelo excelente para investigaciones biomédicas y de nutrición.
El grupo dirigido por Wu quiere identificar los mecanismos que facilitan la capacidad de los arándanos azules de controlar el tamaño de las lesiones. Por ejemplo, es posible que los arándanos azules reduzcan el estrés oxidativo, el cual es un factor de riesgo de la arteriosclerosis, por medio de aumentar la actividad de cuatro enzimas antioxidantes.
En estudios en el futuro, el grupo dirigido por Wu querré determinar si el consumo de los arándanos azules en la infancia, la niñez y la adultez joven puede ayudar a proteger contra el comienzo y la progresión de la arteriosclerosis más tarde en la vida. La prevención temprana podría ser especialmente importante debido a la epidemia de obesidad en los niños . El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de la arteriosclerosis.
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