Por:
Jan Suszkiw.
19 de octubre de 2012.
19 de octubre de 2012.
Las aflatoxinas son carcinógenos altamente tóxicos y producidos por varias especies del hongo Aspergillus. Pero hay especies de Aspergillus
que no producen ninguna aflatoxina. De hecho, algunas especies se
consideran como beneficiosas. Una cepa, llamada K49, están siendo usada
para combatir las especies perjudiciales de Aspergillus y prevenirlas de contaminar cultivos tales como el maíz.
En colaboración con científicos de la Universidad de Bolonia (UB por sus siglas en inglés) en Italia, y científicos del Servicio de Investigación Agrícola (SIA) Hamed Abbas
y Bob Zablotowicz han desarrollado un nuevo método de
aplicar K49 como una defensa contra contaminación del maíz por la
aflatoxina. Esta contaminación causa pérdidas estimadas de 200 millones
de dólares.
Después de la aplicación, algunos de los gránulos no toxigénicos en bioplástico de A. flavus terminan entre las hojas de la planta de maíz en desarrollo. La mayoría de los gránulos caen al suelo. |
K49 se considera como una cepa no toxigénica porque no puede producir la aflatoxina, diferente de las cepas A. flavus y A. parasiticus
que sí producen la aflatoxina. Sin embargo, K49 tiene la capacidad de
excluir estos "parientes" toxigénicos de los nichos ecológicos y los
recursos necesitados para la supervivencia de las especies toxigénicas.
Explotar esta rivalidad—una técnica llamada la bioexclusión—ofrece una
manera eficaz de disminuir los niveles de aflatoxina en el suelo y en
los granos del maíz.
Abbas es fitopatólogo.
El fitopatólogo Hamed Abbas aplica los gránulos en bioplástico no toxigénicos formulados de Aspergillus flavus a la altura de su rodilla al maíz. |
Diferente del método típico de usar los granos de trigo y de cebada
como portadores para aplicar las cepas biocompetitivas comerciales de Aspergillus,
Abbas y su colega Cesare Accinelli de la UB encapsularon K49 en
gránulos de bioplástico a base del almidón de maíz y otros ingredientes
amigables con el medio ambiente.
Hamed Abbas y la técnico Caleb Chambers preparan gránulos en bioplástico para ensayos de campo para el control de las aflatoxinas en el maíz. |
Según Abbas, los gránulos de bioplástico prolongan la vida de
estante del hongo beneficioso y su viabilidad después de aplicación. Ya
que los granos de trigo y cebada no son usados como portadores, los
animales hambrientos tales como los ratones y los pájaros no quieren
consumir los gránulos de bioplástico, de este modo proveyendo la
oportunidad para el lanzamiento de las esporas de K49 para dispersión a
las plantas de maíz por medio del viento o la actividad de insectos.
En pruebas, la aplicación de K49 empaquetado en el bioplástico redujo
los niveles de aflatoxina en un 65 por ciento al 97 por ciento. Los
investigadores publicaron sus resultados en el 2011 en la revista 'Crop Protection'
(Protección de Cultivos). Esta tecnología también podría ser útil en
aplicar a otros hongos beneficos usados para proteger cultivos contra
enfermedades, según Abbas.
Fuente: Servicio de Investigación Agrícola. SIA-USDA.
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