Por:
Ann Perry.
20 de enero 2012.
20 de enero 2012.
Científicos del Servicio de Investigación Agrícola (SIA) están asegurando que los gastos de sostener y reparar los ecosistemas de las tierras áridas de pasto merecen la pena.
Los científicos han identificado los
factores que limitan el éxito de los proyectos de restauración de las
tierras de pasto. Esta investigación apoya la prioridad de responder al cambio climático global.
Después de los fuegos arrasadores, la gente a menudo rápidamente siembran
las áreas quemadas para proveer protección a la cuenca hidrográfica y
para controlar la erosión del suelo. Aunque las semillas sembradas en el
otoño en las tierras de pasto después de fuegos típicamente producen
plantas en la próxima primavera, sus tasas bajas de establecimiento a
menudo se atribuyen a una falta de precipitaciones o competencia por los
pastos nativos.
El fisiólogo vegetal Jeremy James y Tony Svejcar, compararon el éxito de estrategias de siembra después de
incendios en cuatro sitios en donde los fuegos arrasadores quemaron
300.000 acres.
Tony Svejcar (izquierda), Lori Ziegenhagen y el fisiólogo vegetal Jeremy James descubrieron que pequeños cambios podrían aumentar significativamente el éxito de los esfuerzos de restauración de plantas en algunos paisajes de tierras de pasto después de incendios. |
Se consiguio un surtido de semillas de varias
especies que crecen en las tierras de pasto. Luego sembraron parcelas
experimentales con una barrena—una práctica común en sembrar sitios
después de incendios—o sembraron las semillas en el suelo a mano para
controlar cuidadosamente la profundidad de la siembra. Además,
utilizaron el riego y quitaron las malezas en algunas de las parcelas
para ayudar a evaluar la importancia relativa de la colocación de las
semillas, la cantidad de precipitaciones anualmente, y la competencia
por las malezas.
El mejor establecimiento de las semillas ocurrió en las
parcelas sembradas a mano con aproximadamente 14 plantas por metro
cuadrado. Las parcelas donde los investigadores utilizaron la barrena
tuvieron tasas de establecimiento de aproximadamente cuatro plantas por
metro cuadrado, y la eliminación de las malezas y el manejo de riego no
tuvieron ningún impacto en las tasas de establecimiento de las
semillas.
Los investigadores también observaron que aunque los fuegos
arrasadores en los cuatro sitios del estudio quemaron toda la artemisia,
otras hierbas nativas rápidamente se repusieron. Esto sugiere que en
algunos casos, no habrá la necesidad de sembrar de nuevo algunos
paisajes.
Los científicos creen que estos hallazgos indican que mejoramientos
pequeños en la tecnología de siembra podría rendir grandes aumentos en
el éxito de restaurar las tierras de pasto. Los resultados de esta
investigación fueron publicados en 'Rangeland Ecology and Management' (Ecología y Manejo de Tierras de Pasto) en el 2010.
Fuente: Servicio de Investigación Agrícola, SIA-USDA.
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