Después de pegar una mosca blanca a una hoja, el chinche de ojos grandes puede devorar su presa. El entomólogo James Hagler mira los resultados de una prueba ELISA. Los pozos del color azul indican la presencia de los restos de moscas blancas en el estómago de los insectos predadores.
Por Laura McGinnis.
5 de abril 2006.
No bombardear las plagas de algodón con insecticida; complementar aspersiones químicas con métodos de control biológico es una manera mejor.
Este es el consejo de los entomólogos. La mosca blanca de la hoja plateada es una plaga seria de algodón. En los años noventa, durante el punto culminante del crecimiento de su población, las moscas blancas anualmente destruyeron cosechas con un valor de millones de dólares. Los entomólogos S. Naranjo y J. Hagler del ARS contribuyeron al esfuerzo nacional para reducir la población de la mosca blanca.
No bombardear las plagas de algodón con insecticida; complementar aspersiones químicas con métodos de control biológico es una manera mejor.
Este es el consejo de los entomólogos. La mosca blanca de la hoja plateada es una plaga seria de algodón. En los años noventa, durante el punto culminante del crecimiento de su población, las moscas blancas anualmente destruyeron cosechas con un valor de millones de dólares. Los entomólogos S. Naranjo y J. Hagler del ARS contribuyeron al esfuerzo nacional para reducir la población de la mosca blanca.
Ahora ellos soportan una combinación de acción preventiva, control biológico e insecticidas selectivos como la respuesta más eficaz y amigable con el medio ambiente a las invasiones de la mosca blanca.
Naranjo y Peter Ellsworth, analizaron los factores que contribuyen a la mortalidad de la mosca blanca. Ellos identificaron las causas de muerte más comunes, incluyendo los insectos predadores y el desplazamiento por el clima. Esto dirigió a los científicos a recomendar la conservación de predadores naturales para un control eficaz de la mosca blanca.
Para identificar los insectos que son predadores naturales de la mosca blanca, Hagler desarrolló un ensayo que prueba los contenidos de la tripa del insecto para evidencia del consumo de la mosca blanca. Usando este método, Hagler y Naranjo cuantificaron la frecuencia de conducta predatoria por 18 predadores de la mosca blanca, muchos de quién se han identificados previamente.
Los investigadores recomiendan el uso adicional de control biológico con reguladores de crecimiento de insecto disponibles comercialmente, tales como buprofezin y pyriproxyfen. Sus estudios muestran que los reguladores de crecimiento tienen tendencia a conservar los predadores naturales, mientras los insecticidas convencionales no pueden diferenciar entre los insectos, eliminando ambos el predador y su presa.
La investigación de los científicos les ha permitido hacer recomendaciones específicas para mejorar el manejo de la población de la mosca blanca. Su trabajo es parte de una base creciente de conocimiento que ha ayudado a reducir el uso de insecticida para el control de la mosca blanca en 85 por ciento desde 1995.
Naranjo y Peter Ellsworth, analizaron los factores que contribuyen a la mortalidad de la mosca blanca. Ellos identificaron las causas de muerte más comunes, incluyendo los insectos predadores y el desplazamiento por el clima. Esto dirigió a los científicos a recomendar la conservación de predadores naturales para un control eficaz de la mosca blanca.
Para identificar los insectos que son predadores naturales de la mosca blanca, Hagler desarrolló un ensayo que prueba los contenidos de la tripa del insecto para evidencia del consumo de la mosca blanca. Usando este método, Hagler y Naranjo cuantificaron la frecuencia de conducta predatoria por 18 predadores de la mosca blanca, muchos de quién se han identificados previamente.
Los investigadores recomiendan el uso adicional de control biológico con reguladores de crecimiento de insecto disponibles comercialmente, tales como buprofezin y pyriproxyfen. Sus estudios muestran que los reguladores de crecimiento tienen tendencia a conservar los predadores naturales, mientras los insecticidas convencionales no pueden diferenciar entre los insectos, eliminando ambos el predador y su presa.
La investigación de los científicos les ha permitido hacer recomendaciones específicas para mejorar el manejo de la población de la mosca blanca. Su trabajo es parte de una base creciente de conocimiento que ha ayudado a reducir el uso de insecticida para el control de la mosca blanca en 85 por ciento desde 1995.
Fuente: ars.usda.gov
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