Por Marcia Wood.
10 de mayo de 2010.
Las judías que agregan sabores y texturas agradables a las sopas y otras comidas favoritas algún día podrían ser una fuente aún mejor de un nutriente imprescindible: el hierro.
10 de mayo de 2010.
Las judías que agregan sabores y texturas agradables a las sopas y otras comidas favoritas algún día podrían ser una fuente aún mejor de un nutriente imprescindible: el hierro.
Éste es el objetivo de fisiólogo R. P. Glahn con el SIA (ARS por su sigla en inglés). Sus estudios podrían ayudar a los criadores de plantas a desarrollar nuevas y mejoradas judías.
Glahn, colabora en estos estudios con Elad Tako, otro científico con del SIA; Michael A. Rutzke, un químico analítico; y otros investigadores.
Sus investigaciones especialmente beneficiarán a los más de 2 mil millones de personas mundialmente que tienen una deficiencia de hierro.
Algunos de los estudios en el laboratorio se diseñan para determinar cómo los criadores de plantas y otros podrían aumentar la biodisponibilidad del hierro en las judías. La biodisponibilidad es la cantidad de hierro disponible para absorción de las judías y utilización por el cuerpo humano.
Para descubrir más sobre la biodisponibilidad de hierro en las judías, o en otros alimentos y componentes alimenticios, en el 1998 Glahn desarrolló una prueba de laboratorio que utiliza las células Caco-2 del intestino humano. Esta prueba provee una indicación de cómo el aparato digestivo humano reacciona a las judías y sus nutrientes.
Pruebas de laboratorio con animales, realizados como un seguimiento de otras pruebas con las células Caco-2, son un paso intermedio importante entre las pruebas con las células Caco-2 y estudios costosos con voluntarios humanos, según Glahn. En años recientes, resultados de pruebas realizadas por Glahn y sus colegas sugieren que los pollos son prometedores como un modelo animal para estudios adicionales.
En un artículo publicado este año en la revista ‘Poultry Science' (Ciencia de Pollos), Glahn y sus colegas informaron sobre la sensibilidad de los pollos a la deficiencia de hierro. Según los investigadores, por lo meno seis diferente indicadores de esta deficiencia, ya usados en estudios con otros animales, también son válidos para investigaciones con pollos.
En otros estudios, el grupo de Glahn descubrió que sus resultados de pruebas con pollos sobre la biodisponsibilidad de hierro confirmaron un hallazgo relacionado con las células Caco-2: El hierro en las judías rojas tiene menos biodisponibilidad para los animales comparado con el hierro en las judías blancas.
Fuente: ars.usda.gov
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