Medellín.
13 de Junio de 2012.
Agencia de Noticias UN.
Colombia es potencia en especies nativas de estas plantas. Sin embargo,
se ha enfocado en cultivar las de otras latitudes y ha dejado de lado
la investigación de las propias.
Las Arecaceae son plantas que abundan
en países como Colombia. De hecho, el país es el más rico en
Latinoamérica y el segundo a nivel mundial en esta familia de palmas. Se
pueden encontrar a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, lo
que da cuenta de su permanencia en el imaginario popular y el uso
cotidiano que hacen de estas los habitantes de diferentes zonas rurales.
En Colombia se han talado múltiples especies y se han sustituido por la africana. |
Son 240 las especies nativas que sirven para
dotar a estas comunidades de alimento, diferentes utensilios para la
casa, maderas, semillas para artesanías, hamacas, techos, paredes, y
aceites. Este último se ha convertido en uno de los motores económicos
que crece en el país, pero a partir de una especie extranjera
domesticada, con lo cual se han dejado de lado algunas de las nativas,
como la palma milpesos.
La palma milpesos serviría para la producción de biodiésel. |
Para dar un ejemplo, Rodrigo Bernal,
investigador del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la UN en
Bogotá, dice: “nosotros importamos miles de toneladas de aceite de oliva
todos los años por millones de dólares, pero resulta que tenemos una
especie silvestre que crece en los bosques de Colombia y produce un
aceite que en propiedades físicas, químicas y organolépticas es
comparable al aceite de oliva”.
Son más de cinco millones de dólares los que se
podrían invertir, en vez de en el aceite de oliva, en investigar las
múltiples propiedades de las palmas nativas y explotarlas en beneficio
de la economía nacional.
A escala mundial estas son el tercer conjunto
de plantas más importantes después de las hortalizas y los pastos. De
hecho, diferentes industrias —como la farmacéutica, la cosmética y la
alimenticia— se nutren de esta materia prima.
Otro de los campos promisorios poco explorados
es la utilización de esta planta en la generación de energía. La palma
milpesos serviría también para la producción de biodiésel, partiendo de
la refinación de su aceite natural. Este, además, sería más eficiente
que el obtenido de la africana.
En Colombia se han talado múltiples especies
nativas y se han sustituido por la palma africana, a tal punto que
algunas se han perdido para siempre.
“Pero lo que se tiene que hacer es desarrollar
investigación de estas plantas en niveles detallados. Muchas de ellas
tienen usos que podrían desempeñar un papel importante en la economía
colombiana si nos diéramos a la tarea de desarrollar las perspectivas y
de domesticarlas. Además, no nos podemos encasillar en una sola especie.
Hay mucha variedad de usos en las plantas nativas que hay que
explotar”, asegura el académico.
Fuente: Agencia de Noticias UN. Universidad Nacional de Colombia.
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