Palmira.
06 de Junio de 2012.
Agencia de Noticias UN.
Investigadores de la UN en Palmira han evidenciado una disminución de
las especies del Valle del Cauca y afirman que por falta de información
científica, podría extinguirse sin reconocer sus potencialidades.
En postres, chocolates y helados, sin duda
alguna la vainilla es el sabor preferido por los colombianos. Esta
sustancia, que en sus inicios, fue extraída de la fragante orquídea Vanilla planifolia,
se convirtió hace más de 100 años en uno de los recursos fitogenéticos
con mayor potencial de exportación en Colombia. Se trata de una antigua
tradición que desapareció cuando la vainilla química tomó su lugar como
una materia prima viable y económica.
Esta aromática planta posee unas 110 especies que se distribuyen en todas las zonas tropicales del mundo y que puede tener alrededor de 160 millones de años. |
Esta aromática planta posee unas 110 especies
que se distribuyen en todas las zonas tropicales del mundo y que puede
tener alrededor de 160 millones de años en el globo terráqueo. Su
producción la lideran Indonesia y Madagascar, aunque sus cultivos se han
venido a pique durante los últimos años; por ejemplo, en el caso de
Madagascar se reporta una producción de 2.277 toneladas en 1984, y en
el 2004 es solo de 600.
Científicos del Grupo de Investigación en
Orquídeas y Ecología Vegetal (GIO) de la UN en Palmira, persiguen su
olor en el Valle del Cauca identificando que pese a la gran diversidad
de esta especie en esta zona del país, sus poblaciones han disminuido y
los agricultores aún no conocen sus propiedades excepcionales para
cultivo.
Potencial en el Pacífico
La vainilla es uno de los recursos
fitogenéticos con mayor potencial en el Pacífico colombiano y según los
investigadores, su cultivo representaría una fuente importante de
ingresos para los pobladores de la zona, ya que según sus estudios, hay
más de seis especies de orquídeas en Buenaventura y Chocó.
“Lo que pudimos evidenciar en el Pacífico
colombiano fue un uso meramente artesanal de la vainilla. Los pobladores
de los sitios donde están plantadas estas especies, las utilizan como
plantas medicinales y tienen un valor cultural alto porque se cree que
su aroma tiene un poder de atracción de las mujeres”, afirma el profesor
Joel Tupac Otero, director del GIO.
Sin embargo, los investigadores explican que
uno de los “cuellos de botella” de la vainilla es su polinización, pues
la mayoría de ellas no producen una recompensa efectiva natural que las
haga reproducirse rápidamente.
Científicos del Grupo de Investigación en Orquídeas y Ecología Vegetal de la UN en Palmira afirman que sus poblaciones han disminuido y los agricultores aún no conocen sus propiedades excepcionales para cultivo. - Unimedios |
“Se sabe que existe una baja proporción de
flores que son polinizadas bajo condiciones naturales; en México, por
ejemplo, solo el 1% de las flores producen frutos de manera natural”,
asegura Nancy Fiorela, estudiante de la Maestría en Bosques y
Conservación ambiental de la UN en Medellín, vinculada a la
investigación en vainilla.
Disminución de especies
Pese a su diversidad, en el Valle del Cauca los
científicos han notado una disminución de las especies de orquídeas que
pudieron haber sido afectadas por cambio climático o factores de
contaminación ambiental.
El profesor Otero indica que “la vainilla, como
otras especies de orquídeas, está amenazada en Colombia, en gran parte
por el desconocimiento científico y cultural, que la hacen perder su
valor”.
Sin embargo, su propuesta, encaminada siempre a
la conservación de esta especie, parte del conocimiento científico de
la polinización y floración de la especie y de una educación ambiental
que debe dirigirse a los productores para que tomen conciencia de su
importante valor fitogenético y cultural.
En ese sentido, con el apoyo de la Corporación
Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) y de la Universidad
Javeriana, el profesor Tupac adelanta un estudio sobre vainilla de
bosque seco en la población de Atuncela (a orillas del río Dagua) para
identificar, igualmente, sus poblaciones y amenazas.
“Estas investigaciones implican conocer a fondo
los pormenores de su manejo, aprender a manejar de manera integral la
nutrición de las plantas, las densidades óptimas de crecimiento, los
tutores más adecuados, entre otros aspectos que están orientados a
generar resultados en cuanto al vigor y crecimiento de las plantas, que
postulen a Colombia en el mapa exportador de la vainilla en el mundo”,
concluye Nancy Fiorela.
Fuente: Agencia de Noticias UN. Universidad Nacional de Colombia.
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