Por Ann Perry.12 de marzo 2009
Algunos productores de trigo de invierno en la región del Pacífico Noroeste de EE.UU. queman sus campos para eliminar la paja sobrante después de la cosecha y antes de sembrar otra vez. Científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) y sus colaboradores han mostrado que, con el manejo prudente, esta práctica no causa más erosión del suelo que cualquier otra práctica de manejo poscosecha.
Sistemas de cultivo continuo del trigo de invierno se usan en algunas partes del Pacífico Noroeste de EE.UU. donde los niveles altos de lluvia producen residuos excesivos que se tienen que manejar después de cosechar el grano. Los cultivos de trigo de invierno manejados convencionalmente (CM por sus siglas en inglés) típicamente requieren múltiples operaciones de labranza antes de que el residuo sea adecuadamente incorporado en el suelo. Aunque las técnicas de CM reducen los residuos y controlan malezas y enfermedades, la labranza repetida también promueve niveles altos de erosión del suelo.
Trigo madurando en las colinas de Palouse en el estado de Washington.Algunos productores de trigo de invierno en la región del Pacífico Noroeste de EE.UU. queman sus campos para eliminar la paja sobrante después de la cosecha y antes de sembrar otra vez. Científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) y sus colaboradores han mostrado que, con el manejo prudente, esta práctica no causa más erosión del suelo que cualquier otra práctica de manejo poscosecha.
Sistemas de cultivo continuo del trigo de invierno se usan en algunas partes del Pacífico Noroeste de EE.UU. donde los niveles altos de lluvia producen residuos excesivos que se tienen que manejar después de cosechar el grano. Los cultivos de trigo de invierno manejados convencionalmente (CM por sus siglas en inglés) típicamente requieren múltiples operaciones de labranza antes de que el residuo sea adecuadamente incorporado en el suelo. Aunque las técnicas de CM reducen los residuos y controlan malezas y enfermedades, la labranza repetida también promueve niveles altos de erosión del suelo.
La práctica de quemar los campos y luego sembrar con cero labranza o con dos operaciones--la quema y la labranza mínima, o BLT por sus siglas en inglés--provee una alternativa a CM. Después de quemar los residuos, sólo una o dos operaciones de labranza, incluyendo para sembrar las semillas, se necesitan en el próximo ciclo de producción de cultivos. Quemar los campos deja la superficie del suelo rasa antes de que los pimpollos comiencen a emerger, pero las copas de planta que se quedan después de la quema ayudan a retener el suelo.
Ingeniero agrícola Don McCool y científica del suelo Ann Kennedy trabajan en la Unidad de Investigación del Manejo de Terreno y la Conservación de Agua mantenida por el ARS en Pullman, Washington. Ellos se juntaron con científica Pam Fletcher con el Servicio Forestal de EE.UU. y científico del suelo Chris Pannkuk con la Universidad Estatal de Washington para realizar un estudio de tres años para comparar las tasas de erosión del suelo y otros factores afectando la calidad del suelo entre los campos con BLT y los campos con CM.
El grupo descubrió que BLT no afectó negativamente las pérdidas de suelo o la calidad del suelo en los campos usados para la producción continua de trigo de invierno. En los campos con BLT, el impacto del número de operaciones de labranza en las pérdidas de suelo era igual al impacto de la cantidad de residuos que se quedaron en la superficie del suelo. En ambos los campos con BLT y los campos con CM, las tasas más altas de labranza generalmente causaron pérdidas aumentadas de suelo.
Esta información puede ayudar a los productores a evaluar los pros y contras de utilizar las prácticas de BLT, las cuales son sometidas a regulaciones de quema que varían de estado a estado, para la producción del trigo de invierno.
Fuente: ars.usda.govIngeniero agrícola Don McCool y científica del suelo Ann Kennedy trabajan en la Unidad de Investigación del Manejo de Terreno y la Conservación de Agua mantenida por el ARS en Pullman, Washington. Ellos se juntaron con científica Pam Fletcher con el Servicio Forestal de EE.UU. y científico del suelo Chris Pannkuk con la Universidad Estatal de Washington para realizar un estudio de tres años para comparar las tasas de erosión del suelo y otros factores afectando la calidad del suelo entre los campos con BLT y los campos con CM.
El grupo descubrió que BLT no afectó negativamente las pérdidas de suelo o la calidad del suelo en los campos usados para la producción continua de trigo de invierno. En los campos con BLT, el impacto del número de operaciones de labranza en las pérdidas de suelo era igual al impacto de la cantidad de residuos que se quedaron en la superficie del suelo. En ambos los campos con BLT y los campos con CM, las tasas más altas de labranza generalmente causaron pérdidas aumentadas de suelo.
Esta información puede ayudar a los productores a evaluar los pros y contras de utilizar las prácticas de BLT, las cuales son sometidas a regulaciones de quema que varían de estado a estado, para la producción del trigo de invierno.
De acuerdo a esta información, y conociendo que esta práctica de quema en Colombia esta extendida, es importante ver de acuerdo a la nota anterior lo que más causa erosión es el laboreo continuo de suelo con maquinaria, la quema manejada con prudencia y adecuadamente no produce tanto la pérdida de suelo.
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