Por Marcia Wood.
18 de noviembre 2008.
¿Sería más abundante el pastel de calabaza sin los intentos diligentes de las abejas polinizadoras de la calabaza? Quizás no.
James Cane, quien es entomólogo con el Servicio de Investigación Agrícola (ARS), está colaborando con colegas para descubrir más sobre las abejas autóctonas estadounidenses que polinizan varios tipos de calabazas. La mayoría de estas abejas pertenece al género Peponapis o al género Xenoglossa, según Cane. Él trabaja en la Unidad de Investigación de la Biología, el Manejo y la Sistémica de Insectos Polinizadores mantenida por el ARS en Logan, Utah.
Investigaciones tales como aquellos dirigidos por Cane proveen nuevos detalles sobre la participación de las abejas salvajes en la tarea de polinización. Su participación es especialmente necesitada teniendo en cuenta los problemas actuales enfrentados por el polinizador principal, la abeja de miel europea, Apis mellifera. Los problemas actuales de las abejas de miel incluyen el fenómeno extraño conocido como el desorden del colapso de colonias.
Cane ha mostrado, por primera vez, que el macho Peponapis pruinosa tiene un papel sorprendentemente significativo en polinizar las flores de la calabaza amarilla de verano. En el pasado, menos del 10 por ciento de la polinización se ha atribuido a las abejas masculinas.
Con ambos machos y hembras ayudando con la polinización, menos abejas en total se necesitarán, según Cane. Este descubrimiento es beneficioso para los cultivadores y apicultores porque indica que habrá menos presión en las colmenas de las abejas de miel.
La lujuria podría explicar el papel de la abeja masculina en polinizar las flores de la calabaza. Diferente de otras abejas masculinas que principalmente buscan hembras en lugares de nidos, los machos P. pruinosa buscan sus parejas en las flores. Cuando vuelan de una flor a otra, las abejas masculinas involuntariamente llevan granos de polen atrapados en los vellos minúsculos de su cuerpo, de este modo ayudando a asegurar que las plantas reciben el polen.
James Cane, quien es entomólogo con el Servicio de Investigación Agrícola (ARS), está colaborando con colegas para descubrir más sobre las abejas autóctonas estadounidenses que polinizan varios tipos de calabazas. La mayoría de estas abejas pertenece al género Peponapis o al género Xenoglossa, según Cane. Él trabaja en la Unidad de Investigación de la Biología, el Manejo y la Sistémica de Insectos Polinizadores mantenida por el ARS en Logan, Utah.
Investigaciones tales como aquellos dirigidos por Cane proveen nuevos detalles sobre la participación de las abejas salvajes en la tarea de polinización. Su participación es especialmente necesitada teniendo en cuenta los problemas actuales enfrentados por el polinizador principal, la abeja de miel europea, Apis mellifera. Los problemas actuales de las abejas de miel incluyen el fenómeno extraño conocido como el desorden del colapso de colonias.
Cane ha mostrado, por primera vez, que el macho Peponapis pruinosa tiene un papel sorprendentemente significativo en polinizar las flores de la calabaza amarilla de verano. En el pasado, menos del 10 por ciento de la polinización se ha atribuido a las abejas masculinas.
Con ambos machos y hembras ayudando con la polinización, menos abejas en total se necesitarán, según Cane. Este descubrimiento es beneficioso para los cultivadores y apicultores porque indica que habrá menos presión en las colmenas de las abejas de miel.
La lujuria podría explicar el papel de la abeja masculina en polinizar las flores de la calabaza. Diferente de otras abejas masculinas que principalmente buscan hembras en lugares de nidos, los machos P. pruinosa buscan sus parejas en las flores. Cuando vuelan de una flor a otra, las abejas masculinas involuntariamente llevan granos de polen atrapados en los vellos minúsculos de su cuerpo, de este modo ayudando a asegurar que las plantas reciben el polen.
Fuente: ars.usda.gov
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