Cobalt Biofuels, una nueva empresa con sede en Mountain View, California, ha desarrollado un modo barato de fabricar butanol a partir de biomasa. Recientemente, la compañía anunció que ha recaudado 25 millones de dólares para pasar de una pequeña producción a escala de laboratorio a una planta piloto capaz de producir alrededor de 35.000 galones (159.000l) de combustible al año.
“Nuestros modelos nos indican que es un proceso de muy bajo coste capaz de competir con cualquier otro en el mercado hoy en día”, señala Pamela Contag, fundadora y CEO de la compañía. El proceso es más barato porque utiliza cadenas mejoradas de bacterias para dividir y fermentar la biomasa, así como un equipamiento mejorado para gestionar la fermentación y reducir el consumo de agua y energía, añade.
El butanol podría ayudar a incrementar el uso de los biocombustibles, dado que no tiene las mismas limitaciones que el etanol, principal biocombustible fabricado en los EEUU. Tiene más energía que el etanol: un galón (4,5 litros) de butanol contiene alrededor de un 90% de la energía de un galón (4,5 litros) de gasolina, mientras que el etanol solo tiene el 70%. Es más, mientras que el etanol requiere unas tuberías especiales para su transporte, el butanol se puede transportar por las tuberías de gasolina sin necesidad de ninguna modificación. Además, el butanol se puede mezclar con gasolina en porcentajes más elevados que el etanol sin necesidad de realizar ninguna modificación en los motores.
Cobalt Biofuels se suma así a un puñado de compañías que estan desarrollando biobutanol. La principal iniciativa parte de una colaboración entre DuPont y BP: ambas compañías planean empezar a vender cantidades comerciales de butanol fabricado a partir de remolacha azucarera en el 2010. Otras compañías que están desarrollando biobutanol son Gevo, en Englewood, Colorado, que está comercializando avances de UCLA, y Tetravitae, en Chicago, que está comercializando avances de la Universidad de Illinois. A pesar de sus progresos, Andy Aden, investigador del National Renewable Energy Laboratory, en Golden, Colorado, señala que ninguna compañía ha demostrado todavía ser capaz de fabricar butanol a un precio lo suficientemente bajo como para competir en el mercado.
Cobalt Biofuels utiliza la bacteria Clostridium para dividir los componentes de materia vegetal (incluida la celulosa, la hemicelulosa y el almidón) y producir una combinación de butanol, acetona y etanol. No es nada nuevo: la bacteria Clostridium produce estas sustancias químicas de forma natural y ya se utilizó a comienzos del s. XX para fabricar butanol para su uso en disolventes y acetona para explosivos y otros productos. Lo novedoso, señala Contag, es que una combinación de los precios del combustible, los mandatos sobre biocombustibles del gobierno y la nueva tecnología de la compañía han heho que el butanol pueda ser competitivo como combustible en el mercado.
“Nuestros modelos nos indican que es un proceso de muy bajo coste capaz de competir con cualquier otro en el mercado hoy en día”, señala Pamela Contag, fundadora y CEO de la compañía. El proceso es más barato porque utiliza cadenas mejoradas de bacterias para dividir y fermentar la biomasa, así como un equipamiento mejorado para gestionar la fermentación y reducir el consumo de agua y energía, añade.
El butanol podría ayudar a incrementar el uso de los biocombustibles, dado que no tiene las mismas limitaciones que el etanol, principal biocombustible fabricado en los EEUU. Tiene más energía que el etanol: un galón (4,5 litros) de butanol contiene alrededor de un 90% de la energía de un galón (4,5 litros) de gasolina, mientras que el etanol solo tiene el 70%. Es más, mientras que el etanol requiere unas tuberías especiales para su transporte, el butanol se puede transportar por las tuberías de gasolina sin necesidad de ninguna modificación. Además, el butanol se puede mezclar con gasolina en porcentajes más elevados que el etanol sin necesidad de realizar ninguna modificación en los motores.
Cobalt Biofuels se suma así a un puñado de compañías que estan desarrollando biobutanol. La principal iniciativa parte de una colaboración entre DuPont y BP: ambas compañías planean empezar a vender cantidades comerciales de butanol fabricado a partir de remolacha azucarera en el 2010. Otras compañías que están desarrollando biobutanol son Gevo, en Englewood, Colorado, que está comercializando avances de UCLA, y Tetravitae, en Chicago, que está comercializando avances de la Universidad de Illinois. A pesar de sus progresos, Andy Aden, investigador del National Renewable Energy Laboratory, en Golden, Colorado, señala que ninguna compañía ha demostrado todavía ser capaz de fabricar butanol a un precio lo suficientemente bajo como para competir en el mercado.
Cobalt Biofuels utiliza la bacteria Clostridium para dividir los componentes de materia vegetal (incluida la celulosa, la hemicelulosa y el almidón) y producir una combinación de butanol, acetona y etanol. No es nada nuevo: la bacteria Clostridium produce estas sustancias químicas de forma natural y ya se utilizó a comienzos del s. XX para fabricar butanol para su uso en disolventes y acetona para explosivos y otros productos. Lo novedoso, señala Contag, es que una combinación de los precios del combustible, los mandatos sobre biocombustibles del gobierno y la nueva tecnología de la compañía han heho que el butanol pueda ser competitivo como combustible en el mercado.
Fuente: Euroresidentes.com
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