La maleza llamada carraspique podría pasar por una transformación mayor de su reputación, gracias a estudios realizados por los científicos del Servicio de Investigación Agrícola (SIA).
Allí, científicos dirigidos por Terry Isbell han investigado el potencial de esta maleza anual de invierno de rendir una abundancia de semillas ricas en aceite para utilización en la producción de biodiesel y otros productos, incluyendo un fertilizante orgánico y un fumigante natural.
Históricamente, el carraspique ha sido solamente un problema para los granjeros. Pero ahora, con la búsqueda para alternativas domésticas al petróleo, la planta merece otra mirada.
Un solo campo de carraspique podría rendir de 75 a 100 galones del combustible biodiesel. Foto cortesía del Archivo de la Universidad Estatal de Utah, Bugwood.org
En julio, la compañía Biofuels Manufacturers of Illinois, LLC (BMI por sus siglas en inglés) firmaron un acuerdo de investigación y desarrollo cooperativo (CRADA por sus siglas en inglés) de dos años para realizar pruebas de laboratorio y de campo enfocadas en identificar las características de producción del carraspique como un cultivo y una materia prima de biodiesel.
Los resultados de investigaciones previas por Isbell y sus colegas en la Unidad de Investigación de Nuevos Cultivos y Tecnología de Procesamiento indican que un solo acre de carraspique puede rendir de 1.500 a 2.000 libras de semillas que podrían producir de 75 a 100 galones de biodiesel.
Mediante el CRADA con BMI, los investigadores manejarán un cultivo de invierno de aproximadamente 10 acres de carraspique y cosecharán las semillas tarde en la primavera del 2009, seguido por un cultivo de soya y, en la primavera del 2010, por maíz.
Después de la extracción del aceite de las semillas, los investigadores utilizarán una reacción química llamada transesterificación para producir biodiesel y glicerina, la cual es un subproducto apropiado para utilización en jabones, lociones y otros productos.
Después de la refinación del biodiesel, los investigadores probarán el biocombustible de acuerdo con los estándares de funcionamiento del sector de biocombustible. Los investigadores también examinarán los constituyentes de la harina sobrante, especialmente los isotiocianatos. La descomposición de estas sustancias fumigadas biológicamente en el suelo, controla ciertas plagas allí.
Por: Jan Suszkiw.
Fuente: Sistema de Información Agrícola. SIA.
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