Por: Jan Suszkiw.
25 de octubre 2007.
Se busca: Bacteria que puede comer azúcar o sedimento; debe ser electroquímicamente activo; capacidad de sobrevivir sin oxígeno es una ventaja. De este modo se describe la "descripción de trabajo" bacteriana por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (SIA), quienes están colaborando en métodos para mejorar la eficacia y viabilidad de las células de combustible microbianas.
Se busca: Bacteria que puede comer azúcar o sedimento; debe ser electroquímicamente activo; capacidad de sobrevivir sin oxígeno es una ventaja. De este modo se describe la "descripción de trabajo" bacteriana por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (SIA), quienes están colaborando en métodos para mejorar la eficacia y viabilidad de las células de combustible microbianas.
Según M. Cotta, el proyecto emergió de un interés común en el desarrollo de métodos sostenibles para producir energía y así disminuir la dependencia en aceite crudo.
Científico examina muestras de bacterias.
El microbiólogo Mike Cotta está colaborando en un proyecto sobre la producción de combustible de hidrógeno que depende de algunas bacterias que se alimentan de azúcar y que pueden sobrevivir sin oxígeno dentro de las células de biocombustible. En la foto de arriba, Cotta examina muestras que vinieron de un estudio anterior con bacterias anaeróbicas en el estiércol del ganado.
El grupo de Cotta se especializa en la utilización de bacterias, levaduras y otros microorganismos dentro de bioreactores para realizar actividades específicas tales como la fermentación de azúcares de grano a etanol. El profesor asociado Lars Angenent está investigando los sistemas de células de energía que usan mezclas de bacterias para tratar el agua residual orgánica y entonces catalizan el lanzamiento de electrones y protones, los cuales pueden ser usados para producir electricidad o combustible de hidrógeno.
En septiembre del 2006, los investigadores combinaron sus recursos de laboratorio y pericia para emprender un proyecto cooperativo de tres años. Un recurso que compartirán es la Colección de Cultivos Microbianos, la cual aloja aproximadamente 87.000 accesiones de microbios congelados en seco de alrededor del mundo.
Utilizando información de la base de datos de la colección, el grupo está buscando microbios que "comen" los azúcares de biomasa (por ejemplo, glucosa y xilosa de los residuos de maíz) y que son electroquímicamente activos. El término "electroquímicamente activo" significa que los microbios pueden transferir electrones de los azúcares de células de energía sin la ayuda de sustancias químicas costosas llamadas mediadores. Los electrones, después de viajar por un circuito, se combinan con protones en una cámara catódica y forman hidrógeno que puede ser quemado o convertido en electricidad.
Las especies de bacterias usadas para comenzar el proceso incluyen Bacteroides y Shewanella.
Lo atractivo del hidrógeno resulta de su abundancia natural y capacidad de almacenar y soltar energía sin causar contaminación al medio ambiente. El reto es producir el hidrógeno comercialmente de recursos aparte de los combustibles fósiles, los cuales tienen una disponibilidad limitada y que no son renovables. Aproximadamente 95 por ciento del hidrógeno viene del petróleo o de gas natural por un proceso conocido como la reformación por vapor.
Fuente: Servicio de Investigación Agrícola. SIA.
En septiembre del 2006, los investigadores combinaron sus recursos de laboratorio y pericia para emprender un proyecto cooperativo de tres años. Un recurso que compartirán es la Colección de Cultivos Microbianos, la cual aloja aproximadamente 87.000 accesiones de microbios congelados en seco de alrededor del mundo.
Utilizando información de la base de datos de la colección, el grupo está buscando microbios que "comen" los azúcares de biomasa (por ejemplo, glucosa y xilosa de los residuos de maíz) y que son electroquímicamente activos. El término "electroquímicamente activo" significa que los microbios pueden transferir electrones de los azúcares de células de energía sin la ayuda de sustancias químicas costosas llamadas mediadores. Los electrones, después de viajar por un circuito, se combinan con protones en una cámara catódica y forman hidrógeno que puede ser quemado o convertido en electricidad.
Las especies de bacterias usadas para comenzar el proceso incluyen Bacteroides y Shewanella.
Lo atractivo del hidrógeno resulta de su abundancia natural y capacidad de almacenar y soltar energía sin causar contaminación al medio ambiente. El reto es producir el hidrógeno comercialmente de recursos aparte de los combustibles fósiles, los cuales tienen una disponibilidad limitada y que no son renovables. Aproximadamente 95 por ciento del hidrógeno viene del petróleo o de gas natural por un proceso conocido como la reformación por vapor.
Fuente: Servicio de Investigación Agrícola. SIA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario