Por:
Dennis O'Brien.
13 de diciembre de 2012.
Los cultivadores de melocotones (durazneros) pronto podrían tener
mejores herramientas para ahorrar el agua usada en la producción de la
fruta, debido a los resultados de estudios por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (SIA).
El líder de la investigación Dong Wang
está evaluado si los sensores infrarrojos y la tecnología térmica
pueden ayudar a los cultivadores a escoger el momento apropiado para
regar sus árboles.
El ingeniero agrícola Huihui Zhang mide la conductancia estomática (poros) del durazno, una medida del nivel de agua en el interior de las hojas y por lo tanto la falta de agua. |
El riego es la fuente principal de agua para la agricultura durante el verano, pero hoy en día los pozos tienen que alcanzar
más profundidad para encontrar cantidades suficientes de agua para
satisfacer la demanda creciente. Los melocotones requieren la mayoría
de su agua en época seca, cuando las temperaturas y las
otras demandas de agua son las más altas.
Wang y Jim Gartung, quien es ingeniero agrícola, pusieron 12 sensores de temperatura infrarrojos en huertos de melocotones, y proveyeron a los árboles con uno de cuatro tratamientos: el
riego por surcos o el riego subterráneo por goteo, y con o sin el
estrés de agua después de la cosecha.
Un termómetro infrarrojo montado en un poste para medir la temperatura del dosel del árbol de melocotón con riego deficitario controlado. Las hojas estresadas tienen una temperatura más alta que las hojas no estresados. |
Los científicos midieron los rendimientos y evaluaron la calidad de
la fruta para comparar la producción por los árboles tratados con el
"riego déficit" y los árboles cultivados en condiciones normales. El
"riego déficit" se ha usado para producir algunas variedades de uvas y
ha sido estudiado por su potencial en la producción de frutas y
cultivos. Pero esta técnica no ha sido adaptada ampliamente, en parte
porque los productores necesitan mejores herramientas para lograr el
término medio entre ahorrar el agua y proteger la salud y la
productividad de los cultivos, según Wang.
El científico de suelo Dong Wang examina las hojas de los árboles de durazno que se sometieron a riego deficitario en postcosecha. |
Los científicos usaron los sensores para medir las temperaturas de
los doseles de los árboles, y calcularon un "índice de estrés hídrico
del cultivo" basado en las diferencias entre las temperaturas en los
doseles y la temperatura ambiente. Los números más altos en el índice
indican más estrés en los árboles.
Los investigadores descubrieron que las diferencias en las
temperaturas al mediodía en los árboles que sufrieron del estrés de agua
fueron de 10 a 15 grados Fahrenheit, comparadas con una diferencia de 3
a 5 grados Fahrenheit en los árboles que no sufrieron del estrés de
agua.
Para propósitos de comparación, los investigadores pusieron hojas
de árboles con o sin el estrés de agua en una cámara de presión y
midieron la cantidad de presión necesitada para exprimir humedad de
ellas. Cuando los árboles sufren del estrés de agua, se necesita más
presión para exprimir humedad de las hojas.
Estos hallazgos, los cuales han sido publicados en la revista 'Agricultural Water Management'
(Manejo de Agua para la Agricultura) demostraron que los resultados en
la cámara de presión fueron coherentes con los datos recopilados por los
sensores infrarrojos. Esto significa que los sensores podrían ser una
herramienta útil para mejorar el uso del agua en los huertos de
melocotones.
Fuente: Servicio de Investigación Agrícola. SIA-USDA.
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